En esta ocasión llegó el turno de la piña, y debo confesar que ¡esta es de mis favoritas!
Recuerdo a mis papás prepararla para ofrecerla a las visitas en compañía de pastel de natas que habían horneado horas antes, ok ok, me descubriste, para mi el agua de piña era sinónimo de comer pastel de natas, jajaja, sin embargo, aunque es difícil robarle protagonismo al pastel de mis padres, nunca faltaban las caras de sorpresa y los elogios para la deliciosa e ingeniosa agua de cáscara de piña.
Porciones: 2 L
Ingredientes:
- Cáscara de piña (la cáscara de 1 piña mediana, sin la corona)
- 2 L de agua
- Azúcar o endulzante al gusto
Procedimiento:
- Licúa la cáscara con parte del agua, puedes hacerlo en dos tandas para no saturar la licuadora, cuélala en una jarra y licúa un par de veces más con el agua restante y endulza al gusto.
Degustación: Disfrútala bien fría para acompañar el almuerzo, comida o algún pastelillo de vainilla o natas.
Al igual que con las semillas de melón, cuando pelo una piña congelo la cáscara en una bolsa resellable para ocuparla en otra ocasión, sobre todo cuando no se me ocurre de qué hacer agua fresca o llegan visitas de sorpresa, ¡me saca del apuro!. Si puedes, después de licuar y colar la cáscara, vacíala a una maceta o jardinera y cúbrela con tierra, servirá de abono para tus plantitas.