Desde niña recuerdo a mi papá hacer salsa de cacahuate, ya sea para preparar pollo encacahuatado o para acompañar los deliciosos taquitos de bistec que preparaba. Amaba el aroma que se impregnaba en la casa, pues si hueles los cacahuates recién traídos de los abarrotes no huelen a nada, pero una vez que los tuestas y comienzan a liberar sus aceites, toda la cocina se llena de su exquisito perfume.
Sin más, ¡manos a la obra!
Rendimiento: 950 gramos
Ingredientes:
- 1 taza de cacahuates crudos sin cáscara
- 3 chiles anchos grandes o 6-7 chicos
- 3 chiles guajillos
- 3 dientes de ajo
- 1 trozo de cebolla (55 grs.)
- 2 cucharaditas de sal
- 2 1/2 tazas de agua (de la cocción de los chiles)
Procedimiento:
- Tuesta en un comal o sartén los cacahuates moviéndolos contantemente para que no se quemen, a fuego medio/bajo durante 15 minutos o hasta que veas que se pongan brillosos (señal de que sus aceites comienzan a liberarse) y la piel o cascarilla se desprenda con facilidad. Retira del fuego, déjalos enfriar un poco y retírales la cascarilla.
- En el mismo comal tuesta los chiles, el ajo y la cebolla a fuego bajo cuidando que los chiles no se quemen ya que pueden amargar la salsa. Puedes retirar las semillas y el rabo de los chiles antes o después de tostarlos.
- Calienta de 3 a 4 tazas de agua en una ollita y cuando hierva apaga el fuego, agrega los chiles tostados y déjalos remojar en el agua caliente por 3-4 minutos.
- Licúa los chiles, cacahuates, ajo, cebolla y la sal junto con 2 1/2 tazas del agua de remojo de los chiles. Ajusta la consistencia si te gusta más ligera con más agua de cocción de los chiles.
- Conserva en refrigeración en un frasco o topper hermético hasta por 1 mes.
Degustación:
Esta salsa de cacahuate es deliciosa con lo que la quieras acompañar. A Sergio y a mí nos gusta mucho con huevo; cocino huevos revueltos y ya que cuajaron, le pongo 3 o 4 cucharadas generosas de salsa de cacahuate, ajusto la consistencia con una o dos cucharadas de agua, revuelvo bien para que el huevo se impregne con la salsa y ya que empieza a hervir apago. Un par de tortillas, frijolitos refritos, café de olla y ya tienes ¡un desayuno de lujo!