Hay frutas que nos comemos completas por ser comestibles en su totalidad, por ejemplo las frambuesas y zarzamoras, pero hay otras como la piña o el melón, que tienen una piel gruesa que las protege y semillas grandes o duras. Este es el primero de una serie de posts que escribiremos para que aprendas a sacarle más jugo a tus frutas.
La guayaba es una fruta que se da mucho en mi pueblo, es deliciosa, llena de vitaminas y sabor, el único pero que le pongo es su interior lleno de semillas. Si bien sus semillas son pequeñas y hasta cierto punto masticables (a mi siempre se me atoran en las muelas), prefiero retirarlas y congelarlas para aprovecharlas posteriormente en una rica agua de guayaba con canela. ¡Manos a la obra!
Porciones: Una jarra de 2 litros
Ingredientes:
- Semillas de guayaba (el interior de 12 guayabas aprox.)
- Agua (poco menos de 2 litros)
- Canela en raja (1 pequeña)
- Azúcar (al gusto)
Procedimiento:
- Coloca las semillas de guayaba, un par de tazas de agua y la canela en la licuadora y licúa durante 20 segundos.
- Con ayuda de una coladera, vacía lo que acabas de licuar en una jarra.
- Repite el paso número 1 con las semillas que acabas de colar, (yo licúo las mismas semillas con la canela en total tres veces).
- Añade el agua restante para llenar la jarra, endulza a tu gusto y mezcla bien.
Degustación:
La canela le da un toque muy rico a esta agua de semillas de guayaba, pero si no eres tan fan, puedes prescindir de ella. Tómala fría en compañía de tus bocadillos favoritos.
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